martes, 9 de septiembre de 2008

Se pone en marcha la máquina que simulará un nuevo 'Big Bang'

El LHC, que ha costado 6.000 millones, abrirá una nueva era en la física moderna.
Se pone en marcha la máquina que simulará un nuevo 'Big Bang'
Imanes superconductores recorren 27 Km de túneles.

F. J. Gutiérrez

Madrid. Llegó la hora de la verdad. Tras una larga y tensa espera, miles de físicos cruzarán los dedos expectantes ante el instante en que, por fin, se pondrá en marcha la más potente máquina jamás construida por el hombre. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés Large Hadron Collider), considerado ya como el experimento científico del siglo, recibirá a las 9.06 horas su primera inyección de partículas.

Instalado en un gigantesco túnel circular subterráneo de 27 kilómetros en la frontera suizo-francesa, el mayor acelerador de partículas personifica un enorme reto: simular las condiciones que existían después del Big Bang (la Gran Explosión que dio origen a la expansión del Universo) con el fin de dar respuesta a los grandes enigmas que aún se ignoran acerca de la formación y composición del cosmos.

Aunque su encendido probablemente no aniquilará la Tierra —como algunos agoreros profetizan—, en el CERN (el Laboratorio Europeo de Física de Partículas responsable del proyecto) más de uno contendrá la respiración cuando se envíe a través de sus cables el primer haz de millones de protones (unas pequeñísimas partículas subatómicas). En ese momento, sabrán si los 14 años de trabajo empleados en la construcción de esta "maravilla tecnológica" y los 6.000 millones de euros invertidos por 80 países han servido para que, al menos, la colosal máquina funcione.

A la velocidad de la luz

No obstante, los resultados tardarán aún en llegar. Los primeros protones comenzarán a circular hoy, pero las primeras colisiones, que serán las que permitan obtener datos, no se producirán hasta finales de año o inicios de 2009.

A partir de entonces, el LHC acelerará los protones en direcciones opuestas hasta alcanzar el 99,9% de la velocidad de la luz y los hará chocar a una energía tan grande —10 veces superior a la máquina más potente actual, el Tevatron, sito en Chicago— que permitirá que el Universo renazca una y otra vez como hace 13.700 millones de años para intentar entender por qué la expansión del universo está acelerándose en lugar de desacelerarse, como debería ocurrir.

A lo largo del circuito, el LHC cuenta con cuatro detectores de partículas —Atlas, Alice, LHC-b y CMS— que actuarán como microscopios subatómicos que observarán las colisiones frontales entre los protones.
¿De qué está formada la materia oscura?, ¿por qué no existe la antimateria?, ¿hay otras dimensiones y universos paralelos? Éstas son algunas de las preguntas a las que tratará de responder el LHC, siempre que no se produzcan en el proceso, de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, mini agujeros negros que pondrían en peligro al planeta.

Para tranquilizar al personal, el CERN publicó en agosto un informe que concluía que "no existe riesgo alguno". El documento explica que "durante los pasados miles de millones de años la naturaleza ya ha generado en la Tierra colisiones equivalentes a un millón de experimentos como los del LHC. Y nuestro planeta aún existe".

Tal y como indicó a la BBC Brian Cox, físico del CERN, "el LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones". "Los mini agujeros se evaporarían muy pronto e incluso, si no ocurre así, serían tan pequeños que sería imposible que la materia se acercara tanto a ellos como para poder ser aspirada", agregó Cox.

La 'partícula divina'

Pero la que, sin duda, será la principal aspiración del proyecto será la captura, por primera vez, del Bosón de Higgs, la conocida como partícula de Dios y cuya observación confirmaría el modelo estándar que explica el funcionamiento y la naturaleza del Universo.

Así, el LHC contribuiría al descubrimiento de una nueva familia de partículas, un hecho que los físicos confían en que sirva para entender la enigmática materia oscura o incluso por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre ellas. "De una u otra manera, hay un 100% de posibilidades de que encontremos algo nuevo para el avance de la física", aseguró a Bloomberg David Evans, científico que ayudó a construir parte del equipo electrónico de la máquina.

Miles de datos acumulados

Hasta entonces, una de las tareas más complicadas será la gestión de la enorme cantidad de datos que se irán almacenando debido a las 600 millones de colisiones que se producirán cada segundo. En un año, los cuatro detectores del acelerador de partículas habrán generado suficiente información como para atestar de datos un montón de discos compactos de 19 kilómetros de altura. De hecho, únicamente los cables utilizados en el túnel, a un centenar de metros bajo tierra, podrían cubrir cinco veces la distancia entre la Tierra y el Sol.

Robert Aymar, director general del CERN, está convencido de que el LHC dará a los científicos "hallazgos que cambiarán nuestra visión del mundo y su creación".

El primer paso para una nueva era de la física moderna podría darse hoy si todo sale bien. Para comprobarlo, tanto científicos de todo el mundo como cualquier aficionado a la física podrá seguir el acontecimiento en directo a través de internet desde la página del CERN (lhc-first-beam.web.cern.ch), el Servicio de Información y Noticias Científicas (plataformasinc.es) o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (csic.es).

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