Tres locos, Beltane, Noche de Walpurgis y la Montaña.

Luego de una hora de viaje en un autobús largo como un gusano gigante, con el estómago revuelto por la altura y el atracón ansioso de Anacardos, llegamos al pueblo de Vall d'Uixo. El punto inicial de nuestra ruta de celebración de este Beltane. Éramos tres los magos, pero esta vez tirando un poco al arcano 0, el loco del tarot;) . Beltane, una fecha elegida desde hace meses atrás para ser iniciado como "aprendiz de Maestro" en mi camino espiritual, y como compromiso con el futuro sacerdote que seré, sin dejar de ser el eterno aprendiz.

Llegamos cerca de las 10 de la noche, con tres linternas, dos mantas enormes enrolladas como bufandas, y la mochila llena de otros atrezzos que creíamos necesarios para pasar la noche. Atravesamos todo el pueblo en busca del camino que nos llevaría a las montañas y de paso y sin saberlo a la caminata más larga que hemos hecho ( yo en los últimos 10 años y mis dos hermanos Sofía y Zorrofuego en sus vidas).

Habiendo olvidado traernos los mapas, la brújula y hasta el planisferio de las estrellas, decidimos usar la "intuición", comenzando por una escalera enorme que se adentraba en el más bajo de los cerros y que tenía un centenar de escalones. Logramos llegar para enfrentarnos, desde la altura que estábamos en la parte contraria de la montaña, pero llenos del espíritu positivista de un buen guerrero de la luz, decidimos subirla de todas formas.

Fue entonces que Zorrofuego me recordó de los habitantes animales de las montañas valencianas ( jabalíes, víboras, zorros y otros chismes) yo, tan habituado a mi isla, donde lo más peligroso que puedes encontrar es un perro salvaje o una insolación, intenté apartar la idea de ser devorado, y me centré en el camino de manera que no se notara demasiado mi inexperiencia en materia de bichos ibéricos. El cielo estaba increíble al ser tan cercana la medianoche y estando tan lejos de la contaminación lumínica de la ciudad, pero lo más delicioso era el olor profundo del romero que crece en aquellos parajes tanto como el pasto, junto al romero habían unas flores llamadas "pin-pájaros", según zorrofuego tan comunes que si dabas una patada en una, no habías bajado el pie y ya estaba creciendo otra encima.

Sofía iba delante, como buena guerrera, aún no me explico como podía, con su elegancia felina, sortear agujeros, pendientes, arbustos y excrementos frescos de animales desconocidos. Yo iba a ratos en medio de los dos o al final, pues al ser como Ralak, la "vieja" sabia de la tribu, ( como me bauticé por cuenta de un personaje del libro "los círculos de piedra",) andaba medio ciego y fuera de entrenamiento, pero que conste que no me quejé ni una sola vez! ( al menos en voz alta, jejeje).

No podría poner por escrito la trayectoria realizada, cuando los dos magos despierten de su hibernación (luego de la jornada de hoy creo que dormirán hasta el 2012), les pediré nos hagan una maqueta de mapas google-lísticos que refleje más o menos nuestra alocada ruta. Solo comentarles que "partimos" la montaña por medio, pero cada vez que bajábamos una colina ( por entre los riscos y senderos de cabras puesto que no había caminos humanos visibles) se adivinaba otra más adelante, teniendo que atravesar entre ellas huertos y huertos de naranjales con sus fieros galgos ladrándonos. Y es que les considero, tres extraños en medio de la noche oliendo a te verde con anacardos y "chillando" ( dos de nosotros, no os diré quienes!) el Ave María Gratia plena con voz de castrato que retumbaba en toda la montaña, por suerte no había peligros de derrumbe que sí de sordera. El pobre Zorrofuego, en silencio pasmoso, y con su inseparable mazo de tarot a cuestas, sólo nos escuchaba. ( Ya sabéis quienes éramos los cantores, hay cosas que se notan aún desde lejos).

En medio de un "gratia plena Ave maría" se apareció un camino, tomamos por él y este nos condujo ( recordad que era medianoche) hasta una especie claro donde había una pequeña charca de agua simulando una fuente, y una cosa muy rara, un caldero enorme colgando de tres palos que nos dio un yuyu terrible. Empezamos, cada uno por su lado a imaginar sacrificios nocturnos, ritos depredadores y demás fantasías que le hacían a uno temblar más allá de las piernas, hasta que, con cierto alivio, recordamos que era zona de caza, y seguro eran los artilugios de los cazadores para simular un abrevadero y allí mismo dar caza a los pobres y sedientos jabalíes.

Dije antes , "cierto alivio", pues cuando ya el cuerpo y las 2 de la madrugada, nos pidieron que acampáramos justo allí, en la cima de uno de los cerros y bajo un algarrobo, recordamos que si había cazadores cerca, y nos veían moviéndonos, y con perdón de nuestras figuras atléticas y bien formadas, podían confundirnos con su cena o su diversión y dispararnos un petardo donde de verdad esta libélula que hoy habla moriría no solo en espíritu sino antes de ser convertido en astrolabio por obra y gracia del ritual de Beltane. No tuvimos más opción, Alicia colgó su vestido blanco en las ramas del algarrobo, el color blanco resaltaría entre el paisaje y así los supuestos asesinos no serían tales. (nota mental, si vais a la montaña, llevad alguna prenda blanca o escribirnos en el blog, bueno, eso si no quedamos traumados con el viajecito montañés pues ya hay algunos que no queremos saber jamás ni de anacardos, ni de refrescos ni mucho menos de montañas)

Tumbados en la piedra desnuda sobre una de las mantas, con las raíces de los "pin-pájaros" pinchándonos el costado, con un frío tremendo, y tapados de pies a cabeza con todo lo que sirviera para entrar en calor, nos dedicamos a pedir deseos a las abundantes estrellas fugaces. Cuando nos aburrimos de pedir deseos, entonces comenzó la parte de inventar otros bichos ya producto de la imaginación. Zorrofuego me hizo temblar por cuenta de un supuesto hombre verdoso que se acercaba en busca de comida, con dientes como cuchillas de afeitar y las manos llenas de lunares (y para colmo el bicho me buscaba a mí), mientras yo temblaba porque mi imaginación es la mar de fértil y daba gritos a zorrofuego para que se callase, Sofía analizaba psicológicamente al bicho verde, humanizando su desgracia de tener hambre de carne de persona, y lo ensalzó tanto que casi me hace querer ser comido por el bicho. Para colmo, ellos se durmieron, mientras cantábamos nanas en ruso, y yo sentía como a pocos metros "algo" pastaba a esas horas de la noche, y sentía la hierba moverse. Me acurruqué como pude, y le pedí a una de las estrellas, la más brillante, que nos acompañase.

Despertamos con un supuesto amanecer, era la Luna, una sonrisa de gato Shechire ( un anacardo?), con unas nubes que amenazaban con hacernos "la gracia" de "obligarnos" a amanecer mojados como aquellos que duermen con bebés) y con la Osa mayor justo sobre nuestras cabezas. Nos volvimos a dormir, (o a intentarlo), a pesar del frío que amenazaba causar más bajas entre la tropa que el hombre verde o los cazadores de jabalíes.

Nos despertamos minutos más tardes con el amanecer verdadero, el del 1 de mayo. La luz siempre vence a la obscuridad, sobre todo a la obscuridad de la ignorancia: luego de atravesar no se cuantos cerros, con todos los riesgo que antes conté y sin un camino trazado, y estando ahora en el supuesto fin del peregrinaje, comprobamos que desde el mismo pueblo que marcó el comienzo, subía un camino civilizado y asfaltado justo hasta bajo de nosotros, 25 minutos de subida cómoda en lo que fueron casi 4 horas de escalar rocas.

No hubo comentarios. Estábamos agotados y aún faltaba la ceremonia de mi iniciación como Astrolabio. Y luego el regreso...

Escogimos para desayunar un sitio en medio de la trifurcación del camino. Había un poste que señala, a un lado las Grutas de San Josep, hacia los otros, un destino desconocido, y el pueblo desde que subimos, por el ladera contraria y por camino de cabras en vez del camino de los hombres.

Mi ritual fue muy sencillo. Luego de este, entregué mis ofrendas a Hékate, justo en el poste de los 3 caminos, donde ella habita. Me despojé de mis antiguas ropas, y me coloqué las de color blanco que he de llevar para siempre y que vengo llevando desde hace unos meses. (nota mental, gracias a Sofía y a mi Alain, mi novio, tengo más de una pieza de ropa blanca, no sea que alguien piense que esto de ser brujo y andar con ropa de meses y para siempre, es vestir con una túnica raída y no ducharse)

Luego de esto, celebramos Beltane haciendo un palo de mayo con las cintas de colores, danzamos los tres, alrededor del poste de Hékate, trenzando la cintas de colores en él.

Bajamos al pueblo, aún con ganas de seguir celebrando a pesar del cansacio de no dormir en horas, sobre todo Zorrofuego que bajó desde el norte y no había dormido en horas.

Cuando llegamos a la estación descubrimos que ellos también celebraban Beltane, pero un matiz relacionado con el día del trabajo o algo así. El caso es que no había ni autobuses ni taxis que nos llevaran a la estación del tren.

Esta parte de la etapa la recapitulo para no revivirla jamás, ;) estuvimos andando bajo el sol muchas horas, buscando el mar, pues es junto a este donde nos esperaba el tren de regreso a Valencia. Por el camino ni siquiera los azahares nos refrescaba, y solo los muros de una villa enorme, abandonada a su suerte me hicieron sonreír pues tenían un mosaico antiguo que reflejaba la imagen deliciosa de Santa Teresa de Jesús: ¡Me daba su bendición en este rito!

Llegamos casi rotos a un sitio muy raro, era la estación, pero estaba abandonada!!! llena de hierba, ¡parecía un a escena de "El viaje de Shihiro"! más señales.... de las deliciosas que nos ponen los dioses en nuestra senda. Zorrofuego subió a un puente y divisó la estación nueva, la de este mundo y hasta allá fuimos con tan buena dicha que el viaje en tren nos salió gratis, como "polizones" antiguos, pues fuimos olvidados por los cobradores de tikets.

Hoy me he consagrado como templo de la triple Diosa en los aspectos de Isis-OShún /Yemayá y Hékate y bajo el nombre de Astrolabio, que significa "el que busca estrellas". No pudo ser de otra manera, todo fue como debía, una peregrinación perfecta, tanto externa comop interna... y triplemente feliz.

Debo dar las gracias a la primera estrella a la que pedí uno de los deseos, me lo concedió hace una hora, antes de comenzar a contar esto que cuento.. gracias estrella.

Agradezco también a los dos magos que me acompañaron, estarán siempre en mi corazón, y también a Alain, el amor de mi vida, que no peregrinó a las montañas porque estaba ganando el pan nuestro de cada día, pero que sin él, muchas partes de mi camino hubiesen sido tan efímeras...

Y dedico esta nueva etapa de mi vida a mi madre, quien lleva nombre de flor y de Virgen, Rosa María,( mejor nombre no puede tener), a mi hermana de sangre y espíritu , Gioia, mi bruja Wicca, que me acompaña siempre, aún estando en la Isla de Cuba...y a mis espíritus que me guían y guardan y velan por todos nosotros,

Bendiciones!

Que Así Sea! Ahora y Siempre!

Astrolabio

Om Shanti.